miércoles, 30 de junio de 2010

¿POR QUÉ MIS PADRES NO ME ENTIENDEN?

"El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige"

Proverbios 13:24
La mayoría de jóvenes hoy en día piensan que sus padres no los comprenden o que sus padres no los quieren. Esto se debe a que sus padres muchas veces no aprueban su comportamiento, sus gustos o su forma de ver las cosas.
En la actualidad vivimos en un mundo un poco diferente al de hace algunos años, con otras “libertades” que antes no eran vistas de esa forma, pero lo que no nos damos cuenta es que Dios sigue siendo el mismo de todos los tiempos.
¿Cuántos hijos se han ido de su casa o están a punto de marcharse porque creen que sus padres no los comprenden?, la mayoría en momento determinado pensamos eso, pues al ver que nuestros padres no nos dejan vivir la vida como nos gustaría vivirla, creemos que ellos están equivocados al no darnos libertades.

Voces Negativas

Voces Negativas

En el caminar de la vida cristiana nos encontraremos con voces negativas que querrán evitar que llevemos a cabo lo que Dios nos ha enviado a realizar.
Quiero que sepas que no podrás evitar que esas voces negativas aparezcan y se dejen oír, por más que quieras siempre estarán allí, y es que son un obstáculo más de saltar para ser merecedores de los resultados positivos que trae consigo hacer lo que Dios nos ha mandado a hacer.
Cuando por fin te decidas a hacer algo para Dios, cuando dispongas en tu corazón hacer su voluntad, cuando te determines a servirle en determinada área o cuando simplemente quieras innovar llevando a cabo tu sueño para el Señor, siempre aparecerán voces negativas, esas que te querrán hacer creer que no puedes, que no eres lo suficientemente capaz para realizar eso, esas voces que tratan de sacarte en cara todos los errores que hay en ti y defectos.
Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?


“ Jesús gritó a voz en cuello:
—Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? (que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" )”.
Marcos 15:34
(Nueva Versión Internacional)
Todos hemos experimentado en algún momento de nuestra vida esas palabras declaradas por Jesús en la cruz del calvario, quizá no en las circunstancias en las que Jesús se encontraba, pero creo que todos sabemos el sabor amargo que se siente cuando creemos que Dios nos ha desamparado.
No me voy a meter en términos teológicos para describir este pasaje, porque esto se convertiría en un estudio y no es mi intención, sino más bien quiero llevarte a comprender que el mismo Jesucristo Hijo de Dios paso por un momento como el que tú o yo hemos o estamos experimentando.